Archdaily está trabajando con CityMakers para publicar una serie de artículos, conversaciones, y entrevistas con los diferentes actores de la coproducción de la ciudad que están detrás del Barcelona CityMakers Lab 2021, evento que tendrá lugar del 8 al 12 de noviembre.
CityMakers es la plataforma global de expertos en buenas prácticas de co-producción de ciudad, que busca conectar a co-productores de ciudad e influyentes líderes provenientes de distintas partes del mundo, para que se inspiren unos a otros e inspiren la transformación en sus ciudades.
Para esta entrega, Velislava Simeonova nos presenta su artículo "El regreso a la ciudad post-covid: Reflexiones hacia un turismo urbano sostenible".
La Pandemia por Covid-19 sin duda marcó un antes y un después en la vida urbana, pero también en la forma en la que nos desplazamos y nuestra motivación de viaje.
Las ciudades son productos extraordinarios, por lo tanto, se definen por su multifuncionalidad, diversidad y una constante construcción-reconstrucción (Carrión, 2001). No obstante, la historia urbana, la planificación y los movimientos arquitectónicos, junto con el papel pluralista que ejercen las ciudades, han convertido el territorio urbano en un espacio cada vez más atractivo para los desplazamientos.
A lo largo de las últimas décadas, las ciudades y los espacios urbanos han ido ofreciendo cada vez más un abanico de experiencias y diversos productos (culturales, arquitectónicos, tecnológicos, sociales y naturales) tanto para el tiempo libre, como para los negocios, según indica la Organización Mundial del Turismo (OMT). Esto ha sido una de las razones para convertir las ciudades en centro de una creciente demanda turística, y las ciudades en una de las opciones favoritas para turistas y visitantes. No obstante, el incremento (muchas veces descontrolado), junto con la gestión de los flujos turísticos (en beneficio de los turistas y no de los residentes) ha ido generando una serie de conflictos estudiados y discutidos por la literatura y los actores políticos y sociales bajo el concepto del Overtourism (“Sobreturismo”).
La llegada de Covid-19 ha generado la mayor crisis conocida en el turismo desde la Segunda Guerra Mundial. El último Panorama del Turismo Internacional, editado por la OMT, nos indicaba que el turismo representaba casi 10% del PIB Mundial, y uno de cada diez empleos tenía una directa vinculación con el sector. El Barómetro del Turismo Internacional de la OMT, mostraba en marzo de este año una recaída sin precedentes del 73% en el turismo internacional registrada en 2020 y una caída mayor esperada para todo el año de 2021.
No cabe duda de que las realidades que ha impuesto la actual pandemia se han traducido en una caída de flujos turísticos hacia las urbes y los destinos urbanos, sobre todo cuando hablamos de turismo internacional. Ciudades como Barcelona o Venecia en Europa, que a lo largo de las últimas dos décadas han sufrido de una sobreexplotación, sobrepoblación (overcrowding) y “turistificación” han quedado casi desiertas durante 2020 y durante el primer cuatrimestre de 2021. A pesar de la caída de varias restricciones, monumentos arquitectónicos y culturales como la Sagrada Familia del modernista Antoni Gaudí, permanecieron cerrados hasta junio de 2021. ¿Seguirá siendo el turismo urbano un depredador de espacio público en las ciudades? – es la pregunta que actualmente todos planteamos ante la incertidumbre de la pandemia, las nuevas oleadas de contagio en varios países europeos (entre ellos España) y ante las nuevas iniciativas retomadas para un desarrollo sostenible urbano.
Hay que tener en cuenta que muchos turistas han empezado a explorar opciones diferentes a las habituales. Varios estudios en 2020 mostraron paralelamente que muchas personas planeaban viajar una vez que la situación epidemiológica mundial cambiase o con los avances en los procesos de vacunación (en Europa, por ejemplo, se creó el pasaporte COVID, que facilita el desplazamiento entre países). Sin embargo, fuimos testigos que el turismo no es sólo un sector que ha recaído, sino que ha seguido una serie de transformaciones, entre las cuales el hecho de viajar, que ya no es una cuestión fácil. Viajar y hacer turismo se han convertido en algo imprevisible y muy difícil durante la pandemia y mientras el Covid-19 siga circulando en gran escala. El constante cambio de restricciones, las medidas sanitarias, la nueva documentación necesaria y pruebas COVID, han convertido el simple hecho de viajar en una incertidumbre.
La pandemia ha cuestionado nuestro derecho a turismo, a ver las ciudades como espacios atractivos, seductores y seguros durante todo el periodo de distanciamiento social. Esto ha planteado a la vez la incertidumbre si los destinos urbanos seguirán atrayendo visitantes con la misma intensidad que antes, una vez que la pandemia se acabe. Y si respuesta es sí, ¿qué es lo que va a cambiar, entonces?
Decía Carlos Hernández Pezzi en su libro “Turismo: ¿truco o trato?” (2018) que las ciudades que fijaban límites de sostenibilidad a su propio crecimiento, no serían objeto financiero mundial, sino objetos de un crecimiento limitado. Ahora, si los cambios que ha supuesto emergencia snitaria han mostrado que el paradigma urbano está cambiando, y con el ello el cambio de paradigma en el comportamiento de viajes, muchos de nosotros esperamos un cambio global del paradigma en los destinos turísticos basado en la transformación del modelo de convivencia socio-ecológica, apostando en la comunidad y cooperación entre agentes territoriales. ¿Será la sostenibilidad la nueva normalidad en la ciudad? O ¿Significa esto nuevas estrategias de gestión y reforzamiento de aquellas experiencias que aportan no sólo al turista, sino a la población anfitriona? Es temprano tal vez de considerar grandes cambios en el comportamiento de la sociedad o en su motivación de viaje a largo plazo. A diferencia del turismo urbano, el turismo rural y el turismo de naturaleza se han mantenido bien. Se han realizado grandes esfuerzos para fomentar también el turismo nacional.
No cabe la menor duda de que habrá mejoras en la oferta turística, pero no existen garantías de que no volveríamos a la saturación de las ciudades, que siempre serán productos competitivos, de gran interés y punto de atracción para el ser humano. Dicho esto, muchos expertos siguen viendo de forma muy pesimista el regreso del turismo a la ciudad post-covid.
¿Seguirán siendo ciudades como Barcelona destinos saturados en medio o largo plazo? Es difícil de contestar, ya que estas ciudades han sufrido las consecuencias del turismo excesivo durante muchos años y esto se ha visto inmensamente reflejado en varios aspectos de la vida urbana, sin embargo es importante destacar que Barcelona, por ejemplo, es la primera ciudad de referencia en España que ha aprobado planes urbanísticos para frenar la expansión de la oferta de alojamiento. La ausencia de turistas, la pandemia y el regreso a la idea del urbanismo higienista han puesto nuevamente el enfoque en la ciudad para la gente, una idea promovida internacionalmente gracias a urbanistas como Jan Ghel, y la necesidad de replantearnos el turismo para no volver a la situación de antes.
El turismo es un potente factor de desarrollo local, pero ante la realidad de la pandemia se mostró muy frágil, siendo las ciudades y los grandes destinos urbanos unos de los más afectados por su caída como sector económico. Aun así, implantar un nuevo modelo de ciudad, es el camino para hacer posible la consolidación de destinos urbanos sostenibles post-covid, sin causar conflicto entre el derecho a la ciudad y el derecho al turismo.
Referencias:
- Carrión, F. (2001) La ciudad construida. Quito: FLASCO.
- Hernández Pezzi, C. (2018) Turismo: ¿truco o trato? Políticas públicas y urbanas para el turismo de masas, Madrid: Catarata.
- Organización Mundial del Turismo (2019) Panorama del turismo internacional, edición 2019, OMT, Madrid, DOI: https://doi.org/10.18111/9789284421237.
- Organización Mundial del Turismo (2021) Barómetro de Turismo Mundial. Vol. 19 (2), Marzo 2021.
Velislava Simeonova es Doctora con Mención Internacional en Geografía, Planificación Territorial y Gestión Ambiental por la Universidad de Barcelona y especialista en ordenación del territorio y turismo. Es colaboradora de Citymakers y docente e investigadora en varios centros universitarios en Barcelona, España, Andorra y Colombia .